Consejos para reducir el riesgo de degeneración macular asociada a la edad

degeneración macular asociada a la edad

La degeneración macular asociada a la edad, o DMAE, es una afección ocular frecuente que pone en peligro la visión y la salud general. Aunque la causa de la DMAE sigue siendo controvertida, esta enfermedad ocular daña la mácula, lo que empaña progresivamente la visión central. La DMAE es una de las principales causas de ceguera y afecta sobre todo a adultos mayores de 60 años. Aparte de la edad avanzada, hay otros factores y problemas de salud que pueden causar DMAE. Los siguientes consejos pueden ayudarle a reducir el riesgo de desarrollar DMAE.

1. Dejar de fumar

El tabaquismo es una de las muchas causas de pérdida de visión por DMAE. El tabaquismo agrava la progresión de la DMAE al alterar el riego sanguíneo del ojo y provocar daños oxidativos en la retina. Por ello, los fumadores tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar esta enfermedad que los no fumadores. El tabaquismo aumenta la concentración de oxidantes en la sangre y los ojos, lo que hace ineficaces las intervenciones para el tratamiento de la DMAE.

El tabaquismo es un factor de riesgo predisponente modificable para la DMAE. Por lo tanto, deberías plantearte dejar de fumar para mantener una buena visión, incluso en tus últimos años. Por desgracia, dejar de fumar puede resultar difícil, sobre todo para los fumadores de larga duración. Más del 90% de los estadounidenses han intentado sin éxito dejar de fumar. Si usted se encuentra entre este porcentaje, no debe rendirse todavía. Aunque lleva su tiempo, los beneficios de dejar de fumar para su salud y su visión merecen la pena.

2. Aumente los antioxidantes en su dieta

Aumentar el consumo de antioxidantes puede prevenir el desarrollo y la progresión de la DMAE. Los antioxidantes son alimentos o suplementos que destruyen los radicales libres del organismo. Los radicales libres son compuestos tóxicos que matan las células del cuerpo por oxidación. El ojo, especialmente la retina, es muy vulnerable al estrés oxidativo provocado por diversos radicales libres presentes en la sangre.

Las personas con degeneración macular senil suelen experimentar un importante estrés oxidativo en los ojos y en todo el organismo. Si no se controla, el estrés oxidativo daña irreversiblemente la mácula y merma la capacidad natural del organismo para excretar las células dañadas. Dicho esto, debes incluir en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes. Entre los alimentos con altas concentraciones de antioxidantes se encuentran las verduras de hoja verde, los guisantes, las zanahorias, la calabaza, los espárragos y el brécol.

3. Reducir la ingesta de carbohidratos

Reducir la ingesta de carbohidratos también ralentiza o detiene significativamente la progresión de la DMAE. Los hidratos de carbono simples elaborados con harina refinada y azúcar blanco, como las bebidas azucaradas, la bollería, las galletas, el pan blanco y el azúcar, tienen un índice glucémico notablemente alto. Estos carbohidratos provocan aumentos y descensos incontrolados de los niveles de azúcar en sangre, lo que desencadena inflamaciones en diversos órganos del cuerpo.

Un estudio descubrió que consumir dietas con alto índice glucémico aumenta en un 39% el riesgo de desarrollar degeneración macular senil. Por el contrario, las dietas bajas en carbohidratos reducen el riesgo de DMAE y ralentizan su progresión. Por lo tanto, además de dejar de fumar, pasar de los carbohidratos simples a los complejos es una forma sencilla de reducir el riesgo de desarrollar DMAE. Los carbohidratos complejos son ricos en fibra.

Esto significa que se metabolizan lentamente en el sistema digestivo, lo que regula de forma natural la velocidad a la que se absorbe el azúcar de la dieta, evitando fluctuaciones incontroladas de los niveles de azúcar. Entre los carbohidratos complejos que hay que incluir en la dieta se encuentran los cereales integrales, las alubias y legumbres, las verduras ricas en fibra y las frutas ricas en fibra.

4. Mantener la tensión arterial

La presión arterial alta o hipertensión restringe el riego sanguíneo a la coroides (capa vascular del ojo), favoreciendo la progresión de la DMAE. La reducción del aporte de oxígeno al ojo duplica el riesgo de pérdida de visión central y acelera la progresión de la DMAE. Varios estudios han demostrado que los medicamentos antihipertensivos, como los betabloqueantes, los inhibidores de la ECA y los ARA, reducen el riesgo de DMAE precoz en un 25% y de DMAE tardía en un 23%.

Además de los fármacos antihipertensivos, debe probar otras opciones para mantener unos niveles normales de tensión arterial. Los cambios en el estilo de vida y la adopción de hábitos saludables para reducir los niveles de tensión arterial también disminuyen el riesgo de padecer DMAE. Esto incluye establecer una rutina de ejercicio regular y estrategias de pérdida de peso para las personas obesas.

5. Llevar gafas de sol

Aunque no existe una relación directa entre la exposición al sol y la DMAE, la exposición continuada a la radiación UV del sol provoca daños en la retina, lo que acelera la progresión de la DMAE y las cataratas. Debe llevar gafas de sol con un índice UV 400 para eliminar estos riesgos. Estas gafas de sol bloquean los rayos de luz con longitudes de onda superiores a 400 nanómetros.

Los optometristas recomiendan el uso de gafas capullo, que envuelven la cara e impiden la penetración de los rayos de luz laterales. Además de la radiación UV, también debe evitar la luz azul emitida por el sol y los dispositivos electrónicos, como televisores digitales y ordenadores. La luz azul de alta intensidad producida por las pantallas LED tiene efectos perjudiciales. Debe minimizar la exposición a estos dispositivos, especialmente por la noche. El uso de protectores de pantalla y gafas homologadas contra la luz azul también evita daños oculares.

La línea de fondo

A diferencia de otras enfermedades oculares, la genética subyacente y el estilo de vida influyen principalmente en la degeneración macular asociada a la edad. Por lo tanto, su estilo de vida y sus preferencias de hábitos pueden variar su riesgo de desarrollar DMAE. Dejar de fumar, evitar los carbohidratos simples y mantener la tensión arterial y el peso corporal pueden reducir los riesgos de DMAE. También debe programar revisiones y pruebas oculares periódicas.

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